La evolución espiritual de Colombia
De espíritus y seres plasmáticos
Las últimas cuatro décadas han sido de unos cambios fuertes para las concepciones materialistas del planeta. Enrique Castillo en la década del 70 se reservaba muchas de sus opiniones relacionadas con los contactos con seres pleyadianos y venusinos, considerando que en años posteriores serían miradas sus ideas con menos reticencia por parte de los incrédulos. Porque siempre han existido los creyentes, aquellas personas que ven como algo posible y hasta normal los sucesos que a la mayoría les llenan de prevención.
En esa misma década asistí a unas conferencias mediunímicas, donde llegaban los días martes y jueves seres espirituales a través de una medium tan reconocida por sus capacidades, que hasta los patriarcas de la iglesia la quisieron sonsacar para tenerla a su servicio. Esta anciana tenía la cualidad de permitir la llegada de seres muy evolucionados, condición que no todas las antenas espirituales pueden garantizar. Escucharlos era un deleite para el alma, la cual quedaba recargada luego de esas brillantes exposiciones llenas de brillo intelectual.
Era la realidad bogotana que de alguna manera reflejaba la situación que se vivía en Colombia. Ambas realidades llamaban la atención de bastantes personas, pero muchas de ellas movidas por la curiosidad ante lo extraño o inexplicable, luego se unían al grupo mayoritario que le negaba la posibilidad a ese tipo de realidades.
Y es que espíritus y seres extraplanetarios tienen en común el uso de la comunicación entre mentes para hacer su presentación. Sea por telepatía o por canalización (mediunidad), las comunicaciones se hacen directamente a la mente del interlocutor, canal, antena, medio (medium).
Ambas opciones se han considerado como algo fuera de lo común, lo cual no se comenta con cualquiera para evitarse un rechazo y ser tomado por raro. Era la inquietud que le acompañaba a Castillo pero que finalmente superó y se entregó a ser un anunciador de los fenómenos desconocidos.
La Madre Monte, la Patasola, el Cura sin Cabeza y otros espantos hacen parte de la memoria popular y algunos fuimos favorecidos por contar con una persona extraída del campo que nos hiciera vivir esos relatos antes de dormir. Esos Encantos del monte han sido patrimonio del campesino que convive con esas leyendas y muy pocos citadinos pudimos acceder a esas historias.
El desmesurado crecimiento de las ciudades llevó a que las personas familiarizadas con éstos seres fuera menor cada día, a la Madre Monte y sus similares no les gustan las ciudades. En ellas cuando más se encuentran espíritus desencarnados, que por asuntos como el demasiado apego se mantienen sin definir su trayectoria a seguir, esas podrían ser las almas en pena que nos han contado. Porque a falta de una realidad verdadera, relacionada con como son las vainas, hay que llenar el vacío con otras ideas que se acomoden a los intereses de quienes nos quieren encerrados en las ciudades, sometidos a la manipulación extrema a través de los las múltiples formas de los medios educativos: escuela, credo, empleo, cine, radio y televisión.
De seguir las cosas como iban, éstos 50 años pasados no hubiesen servido para despertar sino para embrutecernos más como sucedió a lo largo de los pasados siglos, cuando las mayorías eran de un ignorante aterrador. Seguimos presas de las malas y nulas enseñanzas, pero se ha dado un fenómeno antes impensado, las redes sociales a lomo de internet han puesto a disposición de las masas incultas una cantidad de información extraordinaria.
La red tuvo que ser pensada para acabar de embrutecer a las inmensas mayorías ya totalmente alienadas por las mentiras, pero a la par de su auge empezó una multiplicación de experiencias espirituales manifiestas en la proliferación de personas extra-sensitivas que empezaron a recibir comunicaciones de las dimensiones 4a, 5a y siguientes, trayendo una gran cantidad de saber antes negado tergiversado u oculto.
Se han desvirtuado todas las creencias más arraigadas, en una comunicación directa con los cielos que se abrieron. Se accede a comunicaciones con el séquito de ángeles, con maestros ascendidos, con emisarios de las Confederaciones interplanetarias y cualquier cantidad de entidades espirituales que se hacen presentes en un momento crucial para el planeta Tierra.
Y no solo se manifiestan los seres que ya habíamos considerado posibles o imposibles de aparecer, según el credo seguido por cada cual, sino que también en medio del despertar de consciencia que se vive, los elementos y animales empiezan a cobrar vida frente a nuestros ojos aterrados que los considerábamos inferiores o sin vida.
La Madre Tierra, que tanto mencionaron los pueblos indígenas en sus discursos clamando por su reconocimiento como regente de todo lo que la habita, comienza a hablar también con otras personas, no tan nativas como los indígenas. Y Gaia se manifiesta como el ser magnífico que es, orientando su tripulación para el paso cuántico que se apresta a dar. Empezamos a cobrar consciencia los humanos de quiénes somos. No todos, porque como en otras épocas son muchos aún los que no alcanzan a palpar lo que sucede.
Y uno como colombiano, que ha recorrido sus tierras de arriba a abajo y conoce sus paisanos de igual manera, se siente insignificante ante el auge de otros pueblos que no comparten con nosotros la violencia en el día a día. Y es que Colombia está sumida en un atraso espiritual tan grande, que uno no llega a imaginar que pueda darse un milagro para sacarla de ese hueco de pasiones destructoras.
En la política no había sobrevivido ni un líder que se inclinara por la justicia y la paz, en los caminos espirituales no se detectaba un papel protagónico para el país, en el contacto extraterrestre luego de Castillo no hubo nada especial y así sucesivamente. Nuestros excelsos pensadores están sesgados hacia la contienda social y la contienda no tiene cara de acabar.
Mi mayor sorpresa fue ver como sobrevivió el candidato popular Petro Urrego, a los matemáticamente factibles atentados y a los fraudes electorales concomitantes, pero eso no sería mayor cosa cuando se conoce la historia y las enormes dificultades que implican los cambios de régimen dentro del esquema mundial de la Agenda 2030.
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La guerra parece un cuento de nunca acabar, y sanear la consciencia colectiva, enferma por el contagio cultural de ese ambiente nefasto, es otro incierto manifiesto. De aquí que uno llega a pensar que "no nacimos pa´ semilla". Pero lo más indicativo de que los movimientos cósmicos también nos cobijan con benevolencia, como lo esperamos la gran mayoría de buenas personas que conformamos la Colombia amorosa, son los caminos rosados que nos determinan como el corazón de la llama trina de Gaia.
Con el despertar de Gaia, la Madre Ballena y los amorosos delfines rosados se manifiestan anunciando que Colombia, como lo han anunciado otros maestros ascendidos, será el Corazón de la Madre Tierra en una nueva época, tal y como lo anunciaban los mamos kogui desde la Sierra Nevada por siempre. Ellos han resguardado el poder del corazón para que la humanidad cuente con Colombia como territorio de amor.
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Con ellos, por ellos y con todos los demás que se requiera para torcerle el espinazo a la maldad que se apoderó de Colombia por muchísimos años, estaremos aportando nuestro esfuerzo físico, mental y espiritual para que sea una realidad la paz amorosa en la patria linda.
Las señales siguen llegando y en ésta oportunidad me referiré al motivo que incentivó ésta nota. El divulgado milagro de la Misión Esperanza adelantado por el Estado Colombiano, en búsqueda de cuatro indígenas menores de edad sobrevivientes de un accidente aéreo sobre la selva virgen de la amazonia colombiana. Cuarenta días los buscaron Fuerzas Armadas y Guardia Indígena y para asombro de quienes conocen la selva fueron recuperados con vida. Qué gran emoción para un país que se alimenta sólo de noticias de asesinatos y malos tratos en todos los órdenes, pero en especial es una noticia que llama a tener nuevos patrones de entendimiento entre los paisanos.
Desde un comienzo se rumoraba que los niños estarían en poder del Duende, uno de esos Encantos que existen en la naturaleza. De ser así no valdría la tecnología de punta empleada para incursionar en la selva para combatir a los grupos al margen de la Ley que se refugian en ella. Así fue demostrado el día 40 cuando los trabajos espirituales de los sabedores de los pueblos indígenas permitieron enfrentar al "Señor Duende" y arrebatarle los niños en un forcejeo espiritual que por fortuna dio como vencedor al Señor Chamán, con el apoyo comunitario de quienes lo acompañaban de cerca y de lejos.
Sin los 120 militares, sus navíos y sus demás pertrechos los indígenas y su saber no hubieran podido llegar a ese sitio recóndito, pero sin ese saber los militares no hubieran podido responder al clamor presidencial de volver con los niños. Se estableció así de manera empírica, para quienes son incrédulos de otras formas de conocimiento, la necesidad de respetar las diferencias, así éstas no se encuentren dentro de nuestro bagaje de creencias. Ese reconocimiento verdadero del otro será la puerta que nos permita cambiar de forma y de fondo.
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CETÁCEOS
Tanto vibrar con la cercanía delfinea,
Muestra hermosa del gran poder cetáceo,
le dieron a mis días una emoción pura
en los ríos y lagunas que habitan,
en los más hermosos paisajes terrenales
del Guainía, Vichada y Amazonas,
hogar de los maestros protectores
personajes de leyendas milenarias.
Sus aguas cristalinas y tranquilas,
como espejos de infinita gracia
albergan la magia del silencio,
sagrados sitios al visual contacto.
Son los territorios de selva
manantial de grandes energías,
reserva del planeta malogrado
por la inconsciencia del ser civilizado.
Y son los mares, mi entrañable amor,
los otros territorios desoídos,
por ellos surcan los hermanos
protectores de la vida amable.
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