El despertar planetario

EN BÚSQUEDA DE LA LIBERTAD 

Es un privilegio tener un blog gratuito, así nadie lo lea, igual ya me voy acostumbrando a decir cosas sin importancia para la mayoría de las personas. Por eso reconozco con agrado la aparición de personas que hablan de las mismas cosas que yo veo importantes hoy día. El mundo ha cambiado, lo siento, pero muchísima gente no lo siente así.

Para dar un ejemplo casero, Colombia nombró un presidente de izquierda, guerrillero y radical, pero con una inclinación democrática que lo aparta de los dictadores; muy diferente a la clase política que ha gobernado por centurias. Sin embargo la gente no se da cuenta que algo muy extraño sucede: no lo mandaron matar como hicieron con los últimos socialistas que estaban a las puertas de la casa presidencial, tampoco le robaron la elección como también sucede en tantas partes, ni ha sufrido un atentado de los miles que se cocinan a diario en el mundo y que han segado la vida a otras decenas de aspirantes políticos.

Nuevas tonalidades

Esas son las señales que cualquiera debería ver para inquietarse y saber que algo raro está sucediendo en el planeta Gaia. Pero eso no perturba, tampoco la cantidad de información que se cuela a diario en la internet mencionando que nos encontramos en la época anunciada por unos y por otros en tiempos pretéritos, cuando presagiaban lo que conocemos más comúnmente como Apocalipsis. El fin del mundo para el común de la gente, a pesar que su significado es revelación, o quitar el velo.

Y es exactamente lo que está sucediendo. Se está brindando por diferentes fuentes la información que permita al ser humano terreno darle un nuevo sentido a su existencia. 

¡Será tan difícil verlo! Pues parece que sí, al parecer pesa más la tradición de lo vivido que la posibilidad de encontrarle sentido a la angustiosa realidad de la vida. No es fácil cambiar cuando todo lo que conocemos nos identifica y define. Lo que no entiendo es por qué la llama superior que vive dentro de cada uno de nosotros, la chispa Divina, no se prende con mayor facilidad.

Quedamos muy bien hechos para el servilismo, la esclavitud y el sufrimiento, pero a pesar de esa obra maestra de la ingeniería biónica, o mejor dicho biológica, debiéramos ser más tocados por la excelencia que somos y entrar en sospecha cuando se nos muestra otra posible realidad más feliz que la vivida por siglos de siglos.

La historia

Por eso me nace escribir cosas como ésta:

FUEGO VOLCÁNICO

Tal vez sea el espiral que me nace de nuevo,

pareciera perdido todo lo vivido.

Nuevos horizontes y nuevos retos

sobre todo nuevos horizontes y vecinos.

Como un trasteo sin movimiento,

todo convulsiona dentro

y en apariencia no sucede algo.

Cada que se queman las velas

queda sin aliento el espíritu

lleno de emoción y falto de oxígeno.

Coincide con el nuevo tiempo gregoriano,

pero es lo de menos

de hecho ni importa la alharaca,

qué más da pasar de un ocho a un nueve

si el corazón y la mente van a mil.

Como la Tierra, se contagian

sincrónicamente y acordado de seguro.

Todo ebulle a fuego lento.

Dejar el loco allá en su momento,

ya cumplió su parte cabalmente;

es poco el tiempo disponible

si se quiere escuchar la marcha trepidante,

con calma sabiduría y amor total.

Agradezco a la vida por no estar solos.

A pesar, que mis sentidos son los mismos cinco de todos los gaianos básicos, comulgo con las ideas de la Nueva Era y con las demás locuras que a diario golpean a mis sistemas de internauta. De esa comunión diaria he construido un nuevo sistema de creencias que me deja entrever una realidad de otras dimensiones y con otros actores cósmicos que enriquecen la pobre explicación que siempre hemos obtenido, cuando medio nos atrevemos a levantar la mirada al cielo a preguntarnos qué somos.

Afortunadamente somos más que la caricatura de egoísmo, competitividad, rencor, y demás características humanas que se encuentran años luz de distancia del ser humano que se promulga reinará sobre la nueva Gaia. Somos seres amorosos, compasivos, solidarios y demás cualidades que hacen de la existencia un remanso de paz.

El amor encarnado

Se la fumó verde dirá el desprevenido que solo ve como alternativa de cambio la confrontación y la lucha contra la maldad, pero es un asunto de estudio y apertura mental. La ciencia y la espiritualidad están llamadas a ser una y el bien mayor de la humanidad primará por sobre los intereses particulares de los más poderosos, de hecho ya estamos recorriendo el Apocalipsis.

No hay paso atrás. Resta que más gaianos aceptemos que del universo llegaron a rescatarnos de eones de subyugación, de sufrimiento y desilusión, que la llave del paraíso la tenemos todos los que aceptemos que somos bondad, que no estamos solos, que somos tan femeninos como masculinos y que la realidad negada por siempre se manifestará ahora para beneficio de quien la crea posible.

Vía Láctea

Muchos de los que ya estamos en esa convicción alguna vez hemos pensado que parece cuento de ciencia ficción, una mentira, una historia irreal. No es fácil creer que la muerte no existe, que los animales, vegetales y minerales tienen conciencia y pueden comunicarse con los humanos, porque están tan vivos como el Padre Sol y la Madre Gaia. En su conjunto la nueva realidad encierra una mayor riqueza que la antigua versión esclavista y malsana, que fue posible por los velos de ignorancia, levantados para mantener al humano terrenal en la ignorancia.