Contacto extraterrestre

 YO VISITÉ GANÍMEDES

En 1976 leí este libro de Yosip Ibrahim (dice ser ecuatoriano de cercanías de Lima), que narra una experiencia cercana de contacto ET. En su momento lo miré con curiosidad y asombro, me pareció factible que fuera verdad o que fuera mentira. Como casi toda la información que hoy circula al respecto, es una buena actitud andar vacunado contra el asalto de la buena fe y la confianza que se les pone a estos temas tan delicados.

Lo volví a encontrar hoy, 48 años después, y lo primero que hice fue volverlo a leer, quería saber que tan desfasado estaba el libro con relación a la nueva información, sobre todo que ya no soy el jovencito incauto que lo leyó con ansia de saber que decía, pero sin algún criterio intelectual para juzgarlo en primera instancia.

Del juicio anterior salió bien librado y durante los últimos años que he estudiado el tema he visto comentarios a favor y en contra, pero pues ya no recordaba la trama del libro para asumir una contraposición a los comentarios que me encontré.

Sin haber terminado su lectura, creo posible que el señor Pepe si se haya ido a vivir a Ganímedes, una de las 12 lunas de Jupiter. Y que su amigo Yosip le haya ayudado a organizar el libro, que él dejó esbozado antes de despedirse de la familia de su amigo.

Puede que haya regresado a visitarlos algún día. O que realmente se pudieran comunicar para saludarse como buenos amigos. O que definitivamente Pepe esté tan ocupado con los otros terrícolas que allí viven, que no haya podido regresar de invitado por alguna tripulación amable que le quisiera dar el gustazo de volver un rato.

También sigue siendo posible que alguien haya realizado un libro novelado sobre algo que en la época ya era un pequeño boom, había unos pocos contactados en varios lugares del planeta, los hermanos galácticos ya estaban moviendo sus piezas para difundir su presencia en la población a través de personajes claves como Pepe.

Cualquiera haya sido el trasfondo del libro, fue un éxito literario y dejó la duda en todos sus lectores, y esa tal vez era la finalidad de su presencia en el mercado, empezar a abonar el terreno para las sorpresas que nos deparan los días presentes.