Una gloriosa espiral

COLOMBIA ES EL CORAZÓN DE GAIA



Un corazón sangrante nos ha tocado. Desde la llegada de los conquistadores europeos; tras ellos llegamos los mestizos, pertenecemos a esa misma raíz cultural y genética.

Así uno no se sienta parte de los colonos, lo cierto es que aquí estamos los blancos que dejamos el antiguo continente. No somos ni indígenas ni negros, aun cuando corra por nuestras venas sangre indígena o afro lo más determinante es el medio en el cual fuimos criados. Mantenemos todos los preceptos que nos hace occidentales y nos aleja de las creencias nativas de amor a la Madre Tierra: de convivencia con la espiritualidad de su naturaleza; de unidad social y comunitaria; de vivir el día a día; entre otras formas de ser que nos diferencian.


"Compasión habrían de tenernos
quienes la escombrosa historia surcan
observando los terribles desastres ocurridos
en la dulce América inmortal.
 
Compasión por los huérfanos débiles
que, no teniendo ansias de conquista,
llegamos cual esporas derramadas
por el ímpetu de vientos sofocantes.
 
La fraternidad no ha sido suficiente
para encontrar cobijo en otras tierras,
llevamos la mancha del vejamen
por ancestros realizado.
 
Compasión y perdón nos merecemos,
reconociendo nuestra mala pata:
haber nacido en esas carabelas
sin compartir sus nauseabundos sueños.
 
Los polvos de una raza universal nos unen
como hermanos, a quienes rechazamos
las vilezas y ultrajes cometidos
por los hijos de cualquier raza.
 
Somos un pueblo no elegido,
una raza cósmica de soñadores,
dolientes de la dignidad y la justicia
en un mundo que nos desprecia."


Sentirse diferente es no encajar con la norma de la violencia que se impone desde la casa, la escuela y el trabajo; sentir que no se pertenece a ese mundo de matoneo permanente, así en la ardua supervivencia hayamos asumido parte de la cultura en que crecimos.



Llega un momento en que no encajamos, en que vemos perdido el horizonte y sin esperanzas nos entregamos a la sobre vivencia inhumana. Sentarse a esperar la muerte es el único escenario probable para alcanzar un cambio. 

La falsedad está en todos los años precedentes; ¡pero quien iba a saberlo, si nadie conocía la verdad y todos obedecíamos a la programación de la humanidad!

Pero eso no se sabía a ciencia cierta. Siempre existió la puerta de la subversión para alcanzar unos estados ideales que garantizarían los derechos a la igualdad. Los espíritus más sensibles al abuso casi siempre estuvieron en el bando de los vencidos y cuando triunfaron no pudieron solucionar lo que no tenía solución. Las condiciones eran así de manipuladas.

Algunos pueblos que han legado a la humanidad su saber, originado en la cercanía con civilizaciones cósmicas más avanzadas, hablan de ciclos que determinan la vida y de ejemplares dioses o semidioses que iluminan los senderos. Pero esos ciclos no siempre mostraron épocas de esplendor de la humanidad, donde se respetó al ser humano, casi siempre se ha padecido de esclavitud y dominio.


 

La muerte es una sucesión de reencarnaciones, entonces, ¿qué esperanza puede haber? Mejorar podría ser pasar de dominado a dominador, pero así no quedaría satisfecha el alma que clama dignidad.

¡Cómo entender un absurdo como ese! Pues aceptando lo inaceptable a primera vista. Existe la luz y la oscuridad, en la oscuridad se debaten los seres en el desequilibrio y cabalga la maldad. Lo contrario en la luz. Pasar de un estado a otro es un movimiento ascendente, en éste caso pasar de Tercera a Quinta Dimensión, además es un mérito, es como salir de la penitenciaría una vez que se acaba la condena y el comportamiento lo permite. Es la evolución del ser la que le permite salir del ciclo oscuro. ¿Por qué llegó allí?, ¿todos lo hacen? Ni idea. Pero la ascensión del planeta Tierra parece una oportunidad para cerrar ese ciclo enorme de vidas continuas sin sentido.

Solo así logro entender que la vida se mantenga igual, similar o parecida por siglos y nada pase. Y es lo que se corrobora con la perspectiva de la ascensión planetaria y todo el conocimiento que de formas variadas ha surgido. La nueva espiral ascendente comenzó en 2.012 cuando todo el sistema solar en su conjunto llegó al término de su último recorrido de 12.500 años y comienza otro período que estará regido por las energías superiores de la luz.



De cualquier manera, la muerte se vuelve a colocar en el lugar de la esperanza, si se es "afortunado" se pasará con la misma Madre Gaia a un estado de Quinta Dimensión, dejando atrás el infierno de la Tercera, el escenario de las más trágicas vivencias aparentemente sin avanzar. Acompañar a la Tierra en ese paso es un deber de las almas que desean con fervor la nueva humanidad.

Es una alegría muy grande participar de esta epopeya de la existencia humana, así su final pueda ser trágico a nivel personal porque la promoción no está garantizada de antemano. Pero entender la vida un poco más, frente a la ceguera pretérita, es un placer muy grande que paga la inocencia de luchar por un ideal tan confuso para la escasa capacidad del humano común.

Y Colombia, que se gana un galardón de la maldad y que por eso mismo nada prometía, ahora se encuentra postulada para ser el corazón de la nueva Gaía, la que portará el amor incondicional y se encuentra en proceso de cambio, de transformación para poder recibir ese mérito anunciado. Es bonito así sentirse colombiano, latinoaméricano y terrícola.

La ascensión ha logrado transformar mi escepticismo en esperanza y esa es una ganancia que hay que saborearla en profundidad.



CREO EN LA VIDA PLENA

 

Tener fe es menos que creer,

con fe acepto los posibles y respeto

con credibilidad me compenetro

siento menos desconfianza de lo imposible.

 

Son tantas las manifestaciones

tan vigorosas las experiencias ajenas,

mi tupida alma no se defiende más

ha llegado el momento de creer.

 

Todo lo posible de antaño es real,

el mundo entero está más vivo que yo

que todos nosotros, casi muertos algunos

para desgracia de su evolución.

 

Me siento feliz de ser creyente sin sentirlo

con el solo concurso de la necia mente

que por compañera me asiste en la orfandad.


Monte Urulu


EL CORAZÓN DE GAIA

 

Nunca perder la confianza ni la certeza,

siempre se darán las ilusiones del corazón,

tanto dudar de hallarme en el sitio correcto

sintiendo el abandono en medio de la nada,

se derrumba ahora que se caen los velos.

 

Qué emoción tan grande es sentir el eco,

que tiene sentido lo muy recorrido,

algo más que el gozo de estar en la gloria

surcando los ríos, las verdes montañas

las vasta campiñas, los sitios sagrados.

 

Todo sin saberlo, con el goce ingenuo,

los primeros pasos de aprendiz en blanco

de quien como un niño disfruta entre adultos,

todo con la meta de ganar la yuca

a la vez gozando de la gente buena.

 

En medio del caos, que nada ha cambiado,

todo lo aparente se vuelve distinto,

la naturaleza expulsada a diario

muestra su presencia de toda la vida,

un milagro ha sido éste nuevo giro.

 

Y se corresponde con mis nuevas luces,

ahora que veo lo muerto con vida

que los animales y plantas amadas

resultan ser seres del todo sintientes

y las rocas fuerzas super naturales.

 

La conciencia gira como lo hace Gaia,

todo es novedoso pero no me alarma

y hasta de maestro de grande cabeza

para quienes tienen un gran corazón.

 

Sigo confundido, pero más confiado.


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