Tiempos nuevos
LA VIDA EN 3D
Es la existencia humana una afrenta al decoro
un reto a la insurrección desaforada
un lamento por los miles que sufren sin remedio;
por quienes solo el amarillismo los promueve
con interés depredador como el sistema.
Un corazón sensible al dolor, al maltratado, inerme,
sufre los tormentos de la impotencia nula,
se debate entre la rabia y la infame angustia
sin una opción que mitigue tanto duelo.
Cuando las mentiras religiosas dejan de servir
y los credos políticos se alejan inservibles,
cuando el arte es tan solo un escape
y la fiesta pierde su magia y su color
sólo queda el vacío para paliar la vida.
Qué paraíso tan exuberante que hemos recibido,
que nunca pierde su capacidad de asombrarnos,
a su matriz me entregaría para olvidar la vida ruin
pero ya no hay rincón sin explotar y conquistar
tal vez hasta allí llega la desgracia vida.
Fin de ciclo que invita a deleitarse en la catástrofe
en la abolición de todo este suplicio humano
que no merece existir ni por escuela
y mucho menos por fatal designio.
Ha sido una gran pesadilla convivir en éste paraíso,
hemos perdido todas las oportunidades de ser felices
en cambio hemos aceptado el dolor ajeno
y sufrido el propio con inercia.
Todo por la vida que no es vida,
por un ratico más en éste boñiguero
que apesta en todos los siglos,
que no tiene futuro promisorio
por tratarte de un infierno soterrado.
Añoro la salida de ésta cárcel infesta de ponzoñas
no a otra similar, ni más faltaba,
deseo a lágrima viva un nuevo mundo
donde la vida sea vida y no un entierro
donde se goce con el bien común.
Un paraíso que pueda disfrutarse sin afrentas
donde los muchos no sean los demonios
los fariseos y los sanguinarios
que se surten de vidas inocentes
para saciar su asesino instinto.
Sueño con la inocencia en su esplendor
alabando la mano del creador omnipresente
en cada paso de vida procreando belleza
disfrutando de una existencia generosa.
Que Dios se acuerde de sus hombres
dejados a la deriva y sin razones
adivinando el porqué de tantas injusticias,
entregados a la penuria y la evasión
para olvidar quién somos.
LA CULTURA QUE SOMOS
Dicen que
son ochocientos millones de vidas para cada uno
y que en
cada una olvidamos lo aprendido.
Pero no
arrancamos de cero, no puede ser,
llegamos
con un carácter, un modo de mirar la vida,
una actitud
hacia lo que se presenta,
una
personalidad que nadie niega en el infante
por más
pequeño que sea.
Nos
debatimos entre el mayor olvido y la poca consciencia que se pueda,
llenamos el
inmenso vacío con todas las experiencias a la mano
además del
sello familiar que nunca ha de faltar.
La
sociedad, la tele, la escuela, la calle
todos se
encargan de modular al nuevo habitante,
a fuerza de
aprender sin mayor cuestionamiento
termina
siendo uno más de la manada.
Si el
influjo tiende a convertirnos en salvajes e ignorantes
eso seremos sin mayores resistencias,
la media pesa y la mayoría manda la parada.
Solo
quienes no encajan en esa normada realidad
aspiran a
que todo cambiara para bien,
son la minoría
atormentada, los que no aceptan lo feo,
quienes al
llegar los cambios se alegran desde adentro
siempre
aspiraban un mundo mejor.
Hoy cuando
todo lo conocido se derrumba, incluidos nosotros,
preciso es
cambiar de sintonía, tratar de ser lo más preciado,
no tratar
de cambiar el mundo más, él sólo lo hará,
otear donde
se caen los ídolos que asumimos y ayudar a derrumbarlos.
No estar de
acuerdo con así soy y así me quedo,
si olfateamos
que fuimos arrastrados por modas y embelecos
no dudemos
en huir y confrontarnos, el futuro es ahora.
Dicen que
adentro somos más de un yo, un infinito omnipresente,
esa será la
guía para evaluar que más de lo que somos no somos;
aquello que
asumimos propio porque parecía lo alternativo,
sin saber
que éramos víctimas de la Matrix, del plan oscuro,
de los
dueños del balón por siempre, de aquellos que montaban patrones
unos
horribles y otros antagónicos y deseables.
Somos parte
de esa patraña, y también no nos pertenece,
nuestra amorosa
consciencia nos lo dirá.
SIN RUMBO CIERTO
EN LAS NAVIDADES
“Llegó diciembre con su alegría…”
Aterrizó la
obligación de ser feliz
con parranda
mejor, si no también.
Los negocios
añoran su nochebuena,
los niños sueñan
con lo imposible
los padres hacen
que sea posible.
Todo un esfuerzo
innecesario,
si es de amor
sobran los riales.
No es de amor,
es de consumo,
de energías y de
recursos
de enseñorearse
y pavonearse
pa´los que
tienen… ¿y los que no?
No es de amor,
aunque coincide,
son los
encuentros bien diseñados
en vacaciones
todos en fila
rumbo al descanso
con la familia.
Tantos motivos
bien fabricados
hacen al hombre
más desdichado
el día del uno y
el día del otro,
el del Cordero y
el del Abuelo,
con la exigencia
que gaste algo
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